Dentro del encuadre fotográfico

Cuando deambulo por la ciudad simplemente me hago consciente de lo que me emociona, esas fotografías siguen conmoviéndome mucho tiempo después y también a las personas que las observaron.

Saber qué es lo que me importa y me interesa es un excelente ejercicio continuo para reconocer y refinar nuestra visión. Mi lista crece y cambia pero siempre incluye por ejemplo niños, risas, color, juegos, texturas, líneas sencillas, ironía, yuxtaposiciones, rostros interesantes, el mundo natural por poner un ejemplo.

HACER QUE IMPORTE

Disparar desde el corazón y contar historias que ame y me importen es el primer paso para hacer que a las personas que vean las fotografías le importen. Si no contamos historias de forma que le importen a la gente fallamos.

Piensa que el lenguaje visual como en algo parecida a nuestra lengua hablada. Tu lengua materna se compone de vocabulario, gramática y sintaxis que te permiten hablar, escribir y hacerse entender... Una vez aprendido el gallego o el español eres capaz de comunicar claramente tus pensamientos, sentimientos, etc.

Esto ocurre con el lenguaje visual en la fotografía. También tiene su vocabulario, gramática y sintaxis. Recuerda que la comunicación no es solo lo que decimos sino también cómo se nos escucha.