Conflicto dentro del encuadre

Regresa por un momento a tu clase de literatura en el bachillerato. ¿Recuerdas al profesor y su sonsonete sobre el hombre frente al hombre, el hombre frente a la naturaleza, el hombre frente a sí mismo, mientras tu pensabas en alguien que después te rompería el corazón y saldrá con tu mejor amigo o amiga dejándote embarrado en el centro de la naturaleza luchando por su supervivencia mientras tu combatías frente a tus demonios internos? Es una estupenda historia y contiene algunos conflictos.

Volviendo al profesor de literatura, el conflicto es el corazón de la historia. Sin él, no existe. Para que una fotografía contenga o insinúe un sentido narrativo, debe de existir un conflicto.

Obviamente, podemos fotografiar momentos de un conflicto real, armas, puños y gestos agresivos. Pero ¿Qué ocurre con las historias que no tratan sobre un conflicto abierto? ¿Qué hay de las historias que tratan de otra cosa pero que necesitan del conflicto para desarrollarse?.

El conflicto en una foto fija suele mostrarse mediante contrastes. No solo el contraste visual de tonos claros contra oscuros, sino contraste más conceptuales como grande/pequeño, mecánico/natural, suavidad/textura. Cualquier par de opuestos yuxtapuestos o insinuados crea lo que yo llamo “contrastes conceptuales” que implican conflicto.

Ejercicio creativo: Contrastes conceptuales

Ejercicio 1 Sal y realiza una serie de fotografías que contrasten entre sí. El siguiente grupo puede ser de algo duro en contraste con algo blando, una de agua y otra de tierra. Busca fotografías que contengan sujetos contrastados. Aparte de eso no hay reglas. Busca tus propios contrastes.
Ejercicio 2 Combina esos pares de contrastes opuestos en una misma imagen. En lugar de dos imágenes, una húmeda y otra seca, debes buscar una imagen que combine las dos cosas, Una imagen que contenga lo viejo y lo nuevo, con mucho y con poco, etc.
Ejercicio 3 Observa a otros fotógrafos y busca contrastes. No todos serán muy evidentes. Y estoy seguro de que habrá muchos que no sean conceptuales y solo aparecen en términos de tonos y líneas, pero esos también pueden insinuar cierto tipo de conflicto y dotar a la imagen de narración.

En concepto se aplica a todo tipo de imágenes. Incluso una puesta de sol

puede contener contrastes conceptuales: el cielo frente a la tierra, el sol frente al agua, la luz frente a la oscuridad. Los elementos fuertemente opuestos y contrastados crean un emocionante sentido del conflicto que es el núcleo de la historia.