Cómo ver en monocromo

Lo primero es escoger una escena que quede bien en blanco y negro, pero ¿cómo se hace?

Cuando trabajas en blanco y negro, el primer paso es saber “ver” cómo quedará la imagen final. Si quieres conseguir los mejores resultados tendrás que aprender cómo se traducen los colores en monocromo. Para empezar, olvídate de los colores que ves a través del visor de la cámara y fíjate en las formas, las texturas y los cambios tonales.

Que una imagen en blanco y negro quede bien depende de varias cosas. La clave es que el elemento principal sea de un tono muy diferente al fondo, y que el resto de elementos haya cambios de tono y texturas sutiles que añadan profundidad.

“Olvídate del color y fíjate más en las formas, las texturas y los cambios tonales”

Equilibrio

Mucha gente piensa que si vas a eliminar la información de color da igual no ajustar bien el balance de blancos, pero lo cierto es que el blanco y negro se basa en el color, así que si la foto original tiene un matiz de color equivocado no quedará bien. Obviamente, nadie es capaz de reconocer el potencial de cualquier escena de la noche a la mañana, es algo que se aprende con el tiempo. No obstante, no es indispensable ir a localizaciones y hacer miles de fotos, puedes convertir las que ya tengas, así que irás viendo qué queda bien y qué no sin salir de casa.

Cuando usas un programa de edición de imágenes para eliminar el color de una foto, pierdes uno de los elementos básicos en los que se basa el espectador para interpretar la escena, lo que implica que hay otros elementos secundarios que cobran más importancia. Ahora te voy a explicarte en qué deberías fijarte para saber si una escena es apropiada para convertirla a blanco y negro. Recuerda que no hace falta que la escena en cuestión cumpla todos los requisitos, puede cumplir uno solo o cualquier combinación de dos o de más.

Uno de los aspectos esenciales de la fotografía en blanco y negro es que se basa en el contraste. Busca elementos con formas sencillas y líneas marcadas. En general la forma la definen las sobras, así que fíjate tanto en las zonas iluminadas como en las que estén oscuras.

Las fotos en blanco y negro no constan simplemente de estas dos tonalidades, sino que hay toda una gama de grises que añade sutileza. Normalmente es bueno que haya elementos de diferentes tonos, pero a veces también las imágenes muy blancas (clave alta) o muy negras (clave baja).

Los elementos con detalles finos o texturas marcadas, como la piedra erosionada, la vegetación y las nubes, añaden interés y profundidad. Este tipo de texturas se ven mejor si la luz es intensa y viene de un lateral. Puedes utilizar la luz natural del entorno o colocar un flash a un lado de la cámara.

Para que una imagen en blanco y negro quede bien visualmente hablando, tiene que tener una composición muy sólida. Busca líneas marcadas o características que dirijan la mirada del espectador. Las líneas diagonales suelen transmitir una sensación más dinámica.

Los retratos siempre quedan bien, así como los gestos ya que nos transfiere una sensación de atemporalidad y nunca pasan de moda.

Aunque no hay ninguna regla clara que diga que cierto tipo de escenas no quedan bien en blanco y negro, si lo más llamativo es el color o si se dan ciertas condiciones de iluminación es difícil conseguir un buen resultado. Aquí tienes algunos ejemplos que deberías evitar.

Que el color no importe demasiado a priori no significa que la iluminación y el clima sean indiferentes. Aunque una conversión y unos retoques inteligentes pueden añadir intensidad, si la escena inicial es buena el resultado será mucho mejor. A no ser que quieras una imagen minimalista, tómate la molestia de esperar a que la luz sea interesante y que el cielo no se vea totalmente plano.

Si lo más llamativo de una escena en color, como en el caso de unas setas, no es buena idea convertirla en blanco y negro. Uno de los ejemplos más típicos serían todas las fotos hechas durante la salida y la puesta de sol. Pregúntate si la imagen pierde todo su atractivo al eliminar el color, la respuesta suele saltar a simple vista.

Las escenas con colores contrastados, como unas flores violetas sobre un césped verde, no suelen quedar bien en blanco y negro, ese contraste de color no se traduce en dos tonos grises radicalmente diferentes, sino en dos tonalidades que resultan bastante similares, por lo que la imagen pierde su mayor atractivo.

Para conseguir el mejor resultado posible con este tipo de imágenes, deberías aprender a ajustar tu D-SLR o cámara de fotos pensando en blanco y negro.

El estilo de imagen Monocromo es práctico para ver cómo quedará tu foto, pero no dispares jamás en JPEG porque elimina la información de color. Dispara en RAW, así la conversión en blanco y negro la harás tú, no la cámara.

Trabaja siempre en RAW, así tendrás la mayor capacidad de información posible. Los archivos RAW conservan más datos que los JPEG, por lo que permiten controlar más la definición, el contraste y el balance de blancos.

Al ajustar valores ISO altos (en la actualidad las cámaras fotográficas suelen tener un ruido aceptable a ISOS altos pero depende del modelo de cámara fotográfica), casi todas las cámaras generan ruido, y no es un ruido atractivo, como el de las películas de grano de la era analógica. Si quieres añadir grano, es mejor añadirlo en posproducción aunque prefiero particularmente tener una fotografía con ruido a no tenerla.

Ejercicio práctico

Empieza a sacar fotografías en blanco y negro según las indicaciones anteriores