Recuerdos del Apóstol
Publicado de Pedrido en Dias especiales · Viernes 24 Jul 2020
Fotos de las fiestas del apóstol
En mi niñez estaba como loco.
Había un día especial; el del fuego pequeño en las fiestas del apóstol. Concretamente el 24 de julio por la mañana, a las 12 en punto salían de la Catedral los gigantes a la Plaza de la Quintana; bajo un manto atronador de ruido y humo de las bombas de palenque para poco más tarde bailar en la plaza comandados por el Coco y la Coca para recorrer las calles de la zona vieja de Compostela con su grandeza y sus bailes.
Los peregrinos y turistas con la cámara fotográfica en mano no se cansaban de sacar imágenes para recordar.
Al mismo tiempo salían los cabezudos, también bailando y saltando por las calles de Santiago al son del baile de las peras. Al terminar de danzar esa pieza musical solían coger a los niños para que les acompañasen bailando al son de otras melodías aunque siempre había el que tenía miedo o mucho miedo. Pero los que íbamos nos lo pasábamos en grande.
La gente mayor abarrotaba las calles y plazas disfrutando del momento, acordándose de su niñez. De lo bien que lo pasaban de la mano de los cabezudos. Era el regreso al pasado de un momento muy especial.
En su mente no dejaban de aparecer esas imágenes en color o en blanco y negro.
Llenas de recuerdos, de risas para unos, llantos para otros niños, de olores, de sabor a algodón de azúcar, a barquillo fresco y crujiente.
Al terminar de ver a los gigantes y bailar con los cabezudos tocaba la retirada para reponer fuerzas y descansar, ya que si no había mucha novedad tocaba ver los fuegos grandes de la noche del 24.
Solíamos coger el autobús urbano de las nueve y media de la noche para llegar a Santiago; por lo regular subía con bastante gente, así que ese año decidimos cambiar el modo de transporte y esperar por el ferrobús en la vieja estación.
El trayecto era corto por lo que solía ser bastante monótono, solo rompía esa monotonía el revisor que venía a cobrar el billete. No siempre era agradable con nosotros.
Al bajar, la imagen que me viene a la cabeza era la multitud de mochilas y peregrinos que abarrotaban la estación.
En la Plaza del Obradoiro se podía visualizar al llegar las ruedas pirotécnicas situadas en varios puntos y la fachada mudéjar que se iba a quemar.
La expectación era máxima tanto por parte de los compostelanos como por parte de los turistas y peregrinos.
Una de las sensaciones que recorren mi cuerpo como la pólvora, nunca mejor dicho, era el temblor del suelo a causa de los morteros. Combinados con la luces de la lamparitas, las ruedas como la del afilador y el broche final con la quema de la fachada mudéjar que fue cambiada por una fachada gótica en el año 2000.
Los últimos años los fuegos del apóstol fueron cambiando mediante los fuegos artificiales y proyecciones en vídeo mapping sobre el ayuntamiento o la catedral en el que cobraba protagonismo desde el Camino de Santiago, mujeres gallegas…
Pero este año desgraciadamente por motivos de fuerza mayor debido al COVID-19, ya nada será igual, no puede haber aglomeraciones de gente, el uso de la mascarilla, la distancia de seguridad…
Así que este año se lanzarán fuegos artificiales desde distintos puntos de la ciudad con la finalidad de que sean vistos desde cualquier punto.
Así que toca “SENTIDIÑO” y como dice el refranero popular gallego “Nunca choveu que non escampara” y que la vacuna aparezca pronto.
José Alberto Pedrido Guldrís - Pedrido Fotografía
Fotógrafo de producto en Santiago de Compostela
Fotógrafo de marca, fotografía para web y redes sociales
Fotógrafo de retrato en Santiago de Compostela
Docente de cursos de fotografía en Santiago de Compostela.
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